23 de julio del 2012
. D Í A C I N C O
MUNICH
Hoy nos espera un día entero descubriendo esta preciosa ciudad. Munich es la capital del estado federado de Baviera y es conocida y considerada por ser la ciudad con mejor calidad de vida de Alemania.
Comenzamos el día paseando por el Jardín de la corte, un bello jardín renacentista, desde dónde enlazamos con el Jardín Inglés. Este último tiene una gran extensión, tanto, que es el parque urbano más grande del mundo.
Dos curiosidades: Surfistas en el río Eisbach. El agua circula a una gran velocidad cuando atraviesa el puente, choca con las rocas y crea las olas. La Pagoda china en el Jardín Inglés. En medio del jardín inglés encontramos esta reproducción de las pagodas orientales, a sus pies, un biergarten. ¡Contrastes!
Por último, acudimos al Teatro Cuvillies, una de las joyas del barroco teatral, muy pequeñito pero tremendamente ornamentado.
Comenzamos el día paseando por el Jardín de la corte, un bello jardín renacentista, desde dónde enlazamos con el Jardín Inglés. Este último tiene una gran extensión, tanto, que es el parque urbano más grande del mundo.
Dos curiosidades: Surfistas en el río Eisbach. El agua circula a una gran velocidad cuando atraviesa el puente, choca con las rocas y crea las olas. La Pagoda china en el Jardín Inglés. En medio del jardín inglés encontramos esta reproducción de las pagodas orientales, a sus pies, un biergarten. ¡Contrastes!
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Recorremos de vuelta los jardines y nos adentramos en la Residenz. La residencia, ha constituido desde 1385, el hogar de los reyes de Baviera y se ha ido construyendo y reconstruyendo a lo largo de los siglos.
Comenzamos por disfrutar de la Schatzkammer, o cámara del tesoro, donde se custodian las joyas de la Corona Bávara y otros tesoros de la Dinastía Wittelsbach. ( Oro y más oro, lapislázuris, objetos decorativos, útiles, símbolos de poder, impresionante.)
Proseguimos con el palacio de la Residenz. La sala del Antiquarium, destaca por su encanto renacentista y fastuosidad. Fue construida en 1568 para albergar la colección de bustos clásicos de Alberto V.
Impresionantes también, la capilla de la corte, el salón imperial, o la colección de reliquias.
Las habitaciones, dispuestas y comunicadas una detrás de otra, como suele suceder en los interiores barrocos (¡Me gustaría saber por qué razón!) combinan motivos y formas que atraviesan el neoclasicismo más pulcro y el barroco más ostentoso.
Por último, acudimos al Teatro Cuvillies, una de las joyas del barroco teatral, muy pequeñito pero tremendamente ornamentado.
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Seguidamente, partimos al otro lado de la ciudad, al Palacio de Nymphenburg. El lugar de las Ninfas (Nymphen), nace como residencia de verano de los governantes de Baviera en 1664 y consta de un palacio y un extenso jardín barroco donde están situados los diferentes pabellones que hallaríamos a continuación.
Del palacio en sí, destacaría "La sala de las bellezas":
los antiguos aposentos de la Reina Carolina, hoy acojen los 38 retratos que el Rey Luis I mandó pintar y en los que aparecen las que él consideraba, las mujeres más bellas.
En este retrato se muestra la belleza de la pequeña Helene, hija de un zapatero y por la que el Rey perdió la cabeza.
Amalienburg, es el primer pabellón que visitamos. Situado entre la vegetación y de un color rosa pastel, es el refugio de caza rococó de Carlos VII y su esposa Maria Amalia. He aqui la distinguida sala de los espejos.
Badenburg, es otro de los palacetes del siglo XVIII. Empezamos a observar algo que luego sería habitual: los motivos de decoración orientales y la pasión por lo exótico.
Badenburg es reconocida por su baño cubierto, combinación de los opulentos baños romanos y los turcos.
Magdaleneklausse, es una especie de ermita para la meditación y el retiro, curiosa por su decoración estilo gruta.
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El carrillón del Neues Rathaus, o Nuevo Ayuntamiento, pone en marcha sus figuras cuando las agujas marcan las 11 y 12 horas.
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Como somos de buen comer, no podíamos ir sin probar el tipico " Eisbein mit Sauerkraut" o un exquisito codillo de cerdo con col agria, vamos.
Hasta la próxima, Nürnberg, allá vamos!
